En forma para un solterito
Se cuenta que en el pasado durante las celebraciones de la “Virgen de la Candelaria”, durante el mes de febrero, los platos más populares y emblemáticos de la gastronomía arequipeña, como los chicharrones, el chupe o el costillar frito podían perder popularidad en los almuerzos familiares.
La búsqueda del amor popularizó este rikísimo plato a base de verduras y quesito.
Esto se debía a que la juventud, que es casi siempre la más propensa a la vanidad, encontraba en todas esas delicias una amenaza para su figura, ya que en el mes del amor lo más deseado era poder encontrar una pareja y como anhelo máximo lograr un matrimonio.
Es así que en algunas posadas familiares se ideó un plato sin carne, sin frituras, con abundantes verduras y quesito para darle un poco de contundencia y sabor.
La receta pronto se reconoció como “Solterito de queso”, el más popular entre los solteros que cuidaban su figura. Y aunque hoy en día el soltero de queso es más consumido como una entrada, no cabe duda de que su sabor y legado ha trascendido hasta nuestros días como una plato tradicional y predilecto de los arequipeños.
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